El cuerpo del Papa Francisco fue sometido a un proceso de conservación para retrasar su descomposición natural, permitiendo así su exposición en la Basílica de San Pedro hasta su funeral el próximo sábado. Pascual Pimpinella, titular de la cátedra de Medicina Legal en Santa Fe y exmédico forense del Poder Judicial, explicó en diálogo con Radio Mitre que se utilizó una técnica conocida como tanatopraxia, diferente al embalsamamiento o momificación.
“La técnica se llama de conservación de cuerpo o tanatopraxia, que no es lo mismo que embalsamar o momificar. Esto se hace para que el proceso natural de transformación cadavérica de un cuerpo, el cual ocurre a medida que pasa el tiempo, se retrase”, indicó Pimpinella. “La técnica es milenaria, no es algo moderno. Se hace apenas ocurrida la muerte y lleva aproximadamente entre tres a cinco horas. Primero se lo desinfecta, se lo higieniza con bactericida y fungicida, hasta hipoclorito se puede usar”.
El especialista detalló que el proceso continúa con la manipulación de los fluidos corporales. “El cadáver se deshidrata, entonces después se lo vuelve a hidratar, para que cuando la gente lo observe parezca que recién ocurrió la muerte. En paralelo, se canalizan las arterias del cuello, la carótida, y se reemplaza la sangre con bombas. Esto hace que se conserve el tejido y permite que este proceso se detenga entre 10 a 14 días”.
Pimpinella también mencionó los retoques estéticos finales. “La técnica se termina con maquillaje, e incluso se usan resinas. El cadáver queda con restauración completa, se lo plastifica y permite algo que el formol (que se utiliza habitualmente en los embalsamamientos) no, que es conservar el color de los tejidos”.
El médico forense distinguió esta técnica de conservación temporal de los métodos utilizados para preservar cuerpos de manera indefinida, los cuales requieren un tiempo considerablemente mayor. “La técnica que se utilizó con el Papa deja hasta 14 días hasta que arranque el proceso natural de descomposición. Finalmente, la destrucción del cadáver comienza con lo que se conoce como ‘mancha verde’ y termina en entre dos a cuatro años, cuando los ácaros toman todo el cuerpo”, precisó.
Tras el reconocimiento oficial de su deceso el lunes por la noche, los restos del Papa Francisco llegaron a la Basílica de San Pedro el miércoles, donde permanecerán en capilla ardiente durante tres días para que los fieles puedan despedirse. El féretro de madera fue trasladado en procesión desde la capilla de Santa Marta, lugar donde falleció el Sumo Pontífice a los 88 años. La procesión estuvo encabezada por el cardenal Kevin Farrell, quien administra el Vaticano temporalmente, y contó con la participación de cardenales, obispos y la Guardia Suiza.