Por día cierran tres textiles y se pierden 50 mil empleos

Un informe de la Fundación Pro Tejer da cuenta que la capacidad instalada se encuentra funcionando en un 50 por ciento, por lo que la mitad de las máquinas está ociosa.

ACTUALIDAD 20/10/2019

La industria textil fue una de las más afectadas por la crisis económica que azota a la Argentina, a tal punto que desde el sector estiman que en los últimos cuatro años las empresas cerraron a un ritmo de tres por día. Estos datos, elocuentes de la magnitud de la crisis, ocasionó la pérdida de unos 50 mil empleos, de acuerdo a un informe elaborado por la Fundación Pro Tejer, en el que se solicita al gobierno nacional una "nueva estructura tributaria" y la necesidad de "atender lo urgente", en relación a las necesidades económicas de las empresas.

La entidad reveló que esa cantidad equivale a puestos de trabajo de carácter formal e informal, en las 4.229 compañías que cerraron desde diciembre de 2015 (año de asunción de las actuales autoridades nacionales), al tiempo que denunció que en la actualidad el uso de la capacidad instalada se encuentra en el 50 por ciento, lo que implica que la mitad de las máquinas están con su capacidad ociosa y sin producir.

El informe, presentado por el director ejecutivo de la Fundación, Ariel Schale, dio cuenta de lo que llamaron "proceso de destrucción" del sector y completaron ese panorama sombrío con el dato de que se registraron 21 meses consecutivos de caídas en las ventas minoristas, junto a una caída del nivel de actividad en el orden del 16 por ciento contemplando este año con los datos verificados al mes de diciembre de 2015.

Menos trabajadores

Al medir el empleo industrial registrado, el texto de la Fundación Pro Tejer precisó que en la actualidad hay 141.300 puestos de trabajo menos que en el mes de diciembre de 2015 y más de 4.200 empresas menos, ya que hoy el total es de 51.809.

Con respecto a las importaciones, desde Pro Tejer revelaron que con respecto al año 2015, en la actualidad ingresaron al país 76,2 por ciento más de prendas de vestir (6.883 contra 12.126), mientras que en confecciones para el hogar la diferencia fue menor: 22,1 por ciento (de 6.204 a 7.575).

Frente a este cóctel negativo, Schale consideró que "Argentina necesita un cambio de 180 grados en su sistema económico" y denunció que hubo un discurso para perjudicar a la industria nacional compuesto de "mitos y falsedades absolutas", donde las esferas gubernamentales sostenían "que somos pocos competitivos y que nuestros productos son caros y de baja calidad".

Y chicaneó al gobierno al afirmar: "No es firmando un acuerdo de libre comercio (tratado entre los bloques de la Unión Europea y el Mercosur) que vamos a convertirnos en Alemania".

"La peor crisis"

Por su parte, el presidente de la Fundación Pro Tejer, Yeal Kim, alertó que todo esto deriva en que el sector atraviese "la peor crisis de este nuevo siglo", al tiempo que confió que trataron de "llevar adelante nuestra actividad como industriales en el marco de un entorno macroeconómico que ha atentado contra toda actividad productiva". El dirigente diagnostícó: "Todas las ramas de la industria manufacturera culminarán el año con niveles de actividad sensiblemente inferiores a los registrados en 2015".

El dirigente intentó tomar distancia de la política partidaria al precisar que el empresariado del sector textil "no está a la derecha ni a la izquierda de nadie" y puntualizó que se trata de "un posicionamiento exclusivo en defensa de los intereses de la cadena de valor".

No obstante, el presidente de Pro Tejer, Yeal Kim, advirtió que "ningún país se desarrolló en base a la especulación financiera", lo que podría significar un tiro por elevación a la alianza gobernante desde fines del año de 2015 en reemplazo de Cristina Fernández de Kirchner, a quien también le formulaban críticas por falta de incentivos para permitir el desarrollo de la actividad y para poder competir, de manera más libre, contra la importación de productos desde Brasil y desde China.

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