Kicillof: "Es mentira y un ataque absolutamente canalla"

El gobernador y su esposa, Soledad Quereilhac, apuntaron contra Beatriz Sarlo por decir que le ofrecieron vacunas "por debajo de la mesa". La ensayista luego pidió disculpas por esa expresión.

ACTUALIDAD 10/03/2021

El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, afirmó hoy que es "mentira y un ataque absolutamente canalla" decir que el ofrecimiento de la vacuna a
Beatriz Sarlo en el marco de una campaña de concientización fue algo irregular.

"Es mentira y un ataque absolutamente canalla contra mi esposa y mi familia", resaltó Kicillof. 

Su esposa, Soledad Quereilhac, también cuestionó a Sarlo, a quien acusó de "cacarear en los medios" y de tener "mala fe".

El gobernador aseguró que luego de la denuncia de la ex diputada nacional Elisa Carrió del 22 de diciembre por envenenamiento pensó en hacer una campaña con 100 personajes influyentes para alentar a la ciudadanía a vacunarse.

Sarlo dijo que fue la esposa de Kicillof le ofreció vacunarse

"Más pública, más arriba de la mesa no se me ocurre porque la idea era que se vacunaran y se sacaron una foto para terminar con ese tremendo trabajo que se estaba haciendo para desprestigiar la vacuna", enfatizó en declaraciones al canal TN.

Kicillof explicó que el ofrecimiento a Sarlo tuvo que ver con una idea que tuvieron en la Provincia de invitarla para alentar a la población a darse la vacuna, y sobre ello insistió: "Qué campaña por debajo de la mesa puede haber si manda un mail su editor".

El gobernador se mostró molesto por las acusaciones de "vacunación VIP" y recalcó que Quereilhac "no habla con Beatriz Sarlo hace 20 años", cuando fue su profesora.

"No es amiga nuestra", destacó sobre la escritora, y sostuvo que el plan original que luego no se efectuó fue destinar 100 vacunas a esa campaña "en el contexto en que iban a venir 5 millones".

Sobre lo dicho por Sarlo ante la Justicia Federal, Kicillof expresó: "Tiene todo el derecho del mundo si no quiere, pero si algo no pasó es que alguien le ofreció por abajo de la mesa y menos mi mujer, que ni habló con ella".

"El malentendido lo generó Sarlo, cada minuto que no abre la boca siguen creyendo que fue mi esposa con una vacuna abajo del saco y le ofreció a su amiga Beatriz ‘vení yo te vacuno que nadie se entera’ y no es lo que pasó y a mi me subleva porque me están acusando de algo que no hicimos y a mi familia", enfatizó.

El gobernador reiteró que hubo una "chorrera de declaraciones en contra de la vacuna Sputnik", por eso se había pensado en una campaña con personalidades.

"Tuvimos que dar la disputa, es una campaña que va creciendo. suspendimos esto de vacunar a gente reconocida cuando con el artículo de The Lancet se les hizo de goma el argumento", aseguró Kicillof.

Por su parte, en su cuenta de la red social Facebook, Quereilhac afirmó: "No tengo la potestad de ofrecer vacunas a nadie. No soy funcionaria del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Yo no fui vacunada aún y estoy esperando mi turno como todo el mundo. Ni mi madre, ni mi suegra, ni ningún familiar ni amiga o amigo cercano recibió tampoco la vacuna".

"No tengo trato personal con Beatriz Sarlo desde 2004, año en que ella renunció a su cargo docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. No tengo su correo electrónico ni su teléfono.

El único contacto que tuve con Sarlo en estos casi veinte años es a través de sus libros, que integran los programas de los cursos que dicto en dos universidades nacionales y de los que sigo aprendiendo", expresó.

La esposa de Kicillof sostuvo que "jamás pasaría por arriba de los derechos de los demás".

"¿Por qué le ofrecería la vacuna a Beatriz Sarlo, persona con la que no tengo ningún trato ni vínculo? La acusación carece de lógica, además de no tener sustento ni basarse en pruebas", recalcó Quereilhac y explicó cómo fue el proceso para comunicarse con Sarlo.

"Cuesta creer que quien fuera Profesora Titular de Literatura argentina del siglo XX durante más de dos décadas, autora además de muchos libros claves para la sociología de la cultura y la crítica literaria, tenga problemas de lectura frente a un simple correo electrónico", aseguró.

Continuó: "Lo cierto es que, para sobreactuar su honestidad, Beatriz Sarlo no ha tenido otro recurso que cacarear mentiras en los medios. Habló de propuestas ´por debajo de la mesa´ y con ello no sólo sembró dudas sobre el proceso de vacunación en su conjunto, sino que, sobre todo –y aquí lo más imperdonable–, terminó involucrando en sus mentiras a Carlos Díaz, una persona de bien, respetada y querida por gran parte del campo intelectual
argentino. Y de paso, también me ensució a mí, atribuyéndome actos de corrupción y nepotismo que jamás en mi vida cometí".

Y agregó: "A la luz de su autopercepción como una persona que ´tiene ética´, sólo cabe esperar que se rectifique. Mientras tanto, sigo sin decidirme entre la pena por su enorme torpeza o el desconcierto ante su mala fe".

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