El Papa condenó a los curas pedófilos en medio del Vía Crucis: "Quitan la dignidad a inocentes"

Fue durante la ceremonia en el Coliseo de Roma. Además criticó "la conciencia insensible y anestesiada" del continente europeo en el drama de los refugiados.

ACTUALIDAD 25/03/2016

El papa Francisco encabezó hoy en la basílica de San Pedro la ceremonia de la Pasión de Cristo del Viernes Santo. Y luego realizó el habitual Vía Crucis. Allí leyó una oración larga y conmovedora escrita y leída en el extremo de la cruz del Jubileo, que se llevó a cabo como cada Viernes Santo en el Coliseo.

En ese discurso, el Papa condenó a los curas pedófilos que "quitan la dignidad a inocentes". Además, fue muy duro con el continente europeo, al afirmar en referencia al drama de los refugiados: "¡Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en nuestro Mediterráneo y en el mar Egeo, convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada!".

El sumo pontífice arribó al templo vaticano alrededor de las 16.55 hora local y permaneció dos minutos tumbado sobre una alfombra situada ante el altar bajo el cual se cree que están los restos del apóstol San Pedro.

La basílica de San Pedro se encuentra poco iluminada, para generar el clima de recogimiento y penitencia de la celebración.

Antes del Vía Crucis, el papa Francisco rezó esta tarde "por la misericordia, opuesta a la venganza", durante la Misa que presidió en la Basílica de San Pedro para conmemorar la Pasión del Señor, una de las celebraciones centrales del Viernes Santo.

El Pontífice había comenzado la ceremonia totalmente tumbado en el suelo, con la cara sobre un almohadón, postrado como señal de adoración a la Cruz que ocupaba la nave central de la Basílica.

"Es la hora de darnos cuenta que lo opuesto de la misericordia no es la Justicia, sino la venganza", afirmó durante el sermón de la misa el predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, encargado de las prédicas de Pascua en la capilla papal de Santa Marta durante todo el mes.

"Hay una sola cosa que puede salvar realmente el mundo, la misericordia", afirmó Cantalamessa ante la atenta mirada y la reflexión del papa Francisco, que se unió al pedido de rezo "por la misericordia, opuesta a la venganza".

"Este año de la misericordia es la oportunidad de oro para sacar a la luz la verdadera imagen del Dios bíblico, que no sólo tiene misericordia, sino que es misericordia. "¡Dios hace justicia, siendo misericordioso! Ésta es la gran revelación", aseguró el fraile capuchino ante la atenta mirada del Pontífice.

 

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