En medio de los preparativos para la ceremonia fúnebre del Papa Francisco, se suscitó una controversia en el Congreso de la Nación en torno a la factibilidad de que un grupo de legisladores viajara a Roma para representar al país en el evento. No obstante, ante los cuestionamientos públicos por los potenciales gastos y acusaciones cruzadas entre bloques parlamentarios por presunto oportunismo político, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, confirmó que finalmente no se enviará una comitiva oficial.
La discusión, que inicialmente se desenvolvió en el ámbito interno de los bloques parlamentarios, adquirió notoriedad pública tras la intervención en el recinto de la diputada Danya Tavela, perteneciente al bloque Democracia. La legisladora expresó con firmeza su desacuerdo con la iniciativa durante una sesión dedicada a rendir homenaje al Sumo Pontífice. En su alocución, Tavela cuestionó la necesidad de conformar una delegación oficial y criticó la actitud de ciertos sectores políticos que en el pasado “descalificaron al Papa” tildándolo de “comunista, peronista o kirchnerista”.
En un tono contundente, la diputada Tavela manifestó: “En nombre de ser ejemplares y menos hipócritas, ahorremos andar garroneando un viajecito a Roma”. Estas declaraciones tuvieron un impacto significativo en el recinto y alteraron el curso de las deliberaciones sobre el asunto.
Según informaron fuentes parlamentarias, la idea de enviar una delegación oficial a la capital italiana había sido objeto de conversaciones preliminares entre los distintos bloques, pero no prosperó debido a divergencias internas. “Era algo que se estaba hablando, pero se trabó porque cada vez se sumaba más gente al viaje”, explicaron allegados al Congreso. Sin embargo, la intervención pública de Tavela habría sido determinante, al generar un “costo político” que ningún sector pareció dispuesto a asumir.
Desde la presidencia de la Cámara de Diputados, a cargo de Martín Menem, se corroboró que no se había presentado formalmente ninguna solicitud para organizar el viaje. Adicionalmente, se indicó que Menem no tomaría ninguna determinación al respecto, dejando en evidencia que el debate se centraba en la responsabilidad política de un eventual traslado de legisladores con fondos públicos.
A pesar de que todos los bloques estuvieron al tanto de la discusión, Menem anunció públicamente su decisión de no financiar ningún pasaje: “Quiero ser claro al respecto: cualquier legislador está en libertad absoluta de concurrir a las exequias del Papa, pero deberá costear los gastos con sus propios recursos”.
Al referirse a su rol como Presidente de la Cámara, Menem señaló que su deber es “ejercer con la debida prudencia y seriedad el manejo de los recursos económicos”. En este sentido, añadió que “ya facilitamos desde esta Presidencia todas las licencias y/o postergaciones de actividades parlamentarias necesarias para garantizar el óptimo funcionamiento del Cuerpo”.
En las últimas horas, circularon versiones sobre la posible habilitación de plazas en el avión presidencial, el ARG 01, por parte del presidente Javier Milei, para trasladar a algunos legisladores a Roma. Sin embargo, tanto desde la Casa Rosada como desde los sectores legislativos involucrados desmintieron categóricamente esta posibilidad. Fuentes oficiales detallaron que los espacios no ocupados por la delegación oficial, integrada por el presidente, su secretaria personal Karina Milei, el jefe de gabinete Guillermo Francos, el canciller Gerardo Werthein, el vocero presidencial Manuel Adorni y las ministras Patricia Bullrich y Sandra Petovello, serán destinados a personal de seguridad, ceremonial, protocolo y la unidad médica presidencial, descartando cualquier invitación a diputados o senadores.