En un paso hacia la reducción del costo argentino, el Gobierno nacional, a través del ministro de Economía Luis Caputo, anunció la eliminación de las retenciones a los productos industriales. La medida, informada esta noche, exime del pago de derechos de exportación de entre el 3% y el 4,5% a un total de 4411 productos.
Según fuentes oficiales, esta reducción impositiva no alcanzará a los insumos básicos difundidos (como acero, hierro, plásticos, aluminio y químicos) ni a los autos terminados, al menos por el momento. Un funcionario con conocimiento detallado de la normativa explicó que la medida se centra en “productos que usan un gran grupo de pymes”. El costo fiscal estimado de esta eliminación de retenciones es de US$80 millones, según precisaron. El decreto correspondiente ya estaría a la firma del Presidente.
El ministro Caputo comunicó la decisión a través de su cuenta de X, afirmando que “por medio del Decreto que saldrá en los próximos días en el Boletín Oficial, el Gobierno Nacional eliminará los impuestos a la exportación de productos elaborados, lo que dará competitividad a la industria local y fomentará las exportaciones. La medida beneficiará inicialmente a 3580 empresas, casi el 40% de las que exportan en Argentina”.
El titular del Palacio de Hacienda detalló que el año pasado, el valor de las exportaciones de estos productos alcanzó los US$3804 millones. Entre los bienes que se verán beneficiados se encuentran agropartes, productos de fundición, maquinaria agrícola, óptica, vidrio, autopartes, maquinaria y equipo, relojería, preparados de sangre u hormonas elaborados por la industria farmacéutica, como tubos, cables e insecticidas. También incluye productos de alto valor agregado como cosméticos, partes de motores y piezas de autos (bombas, válvulas, engranajes), plásticos y metales.
“El ordenamiento de las cuentas públicas hace posible continuar bajando impuestos distorsivos”, aseguró Caputo, recordando que en enero de 2025 ya se habían eliminado los derechos de exportación para actividades agroindustriales de las economías regionales y sus cadenas de valor, además de reducir las retenciones a los principales productos agropecuarios.
Un funcionario cercano al presidente Milei enfatizó que “las retenciones afectaban la competitividad de estas empresas argentinas en el exterior y las desincentivaban a exportar”. Con esta medida, la industria quedará prácticamente exenta de estos impuestos, con la excepción de algunos sectores de insumos básicos difundidos y la industria automotriz.
Este anuncio se produce luego de que el flamante titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, adelantara negociaciones con el Gobierno para reducir las retenciones a la exportación de 1000 productos, argumentando el impacto positivo en las pymes sin afectar significativamente el objetivo fiscal. Rappallini también había solicitado “igualar la cancha” con los productos importados.
Desde fines del año pasado, empresarios de diversos sectores habían manifestado su preocupación por la secuencialidad del plan económico, celebrando la estabilización y la baja de la inflación, pero advirtiendo sobre el impacto negativo del “dólar barato”, la baja de aranceles e impuestos a la importación y la apertura comercial si no se acompañaban con una reducción de la carga impositiva al sector privado.
El Gobierno, tras el acuerdo con el FMI y el cambio en el esquema cambiario, anunció un ajuste del gasto más significativo para este año, lo que, sumado a un posible crecimiento económico, podría generar más margen para futuras reducciones impositivas. Para fin de año, luego de las elecciones legislativas, se prevé la presentación de una reforma impositiva integral, donde Caputo señaló que se pondrá el foco en el impuesto al cheque, las retenciones restantes y el Impuesto sobre los Ingresos Brutos. Para este último, se buscará impulsar un mecanismo de competencia fiscal entre las provincias.