La Cámara de Senadores de la Nación se enfiló a rechazar el veto del Poder Ejecutivo Nacional a la Ley de Financiamiento Universitario y la recomposición del salario docente (27.795). En la sesión ordinaria de este jueves, el cuerpo legislativo debatió la medida presidencial, que también recayó sobre la ley de emergencia sanitaria pediátrica (27.796). En ese contexto, el senador nacional por Catamarca Guillermo Andrada fundamentó su rechazo al veto, asegurando que “no existe un país libre con una educación cercenada”.
El legislador adelantó su acompañamiento a ambas iniciativas en la sesión. En particular, al referirse a la normativa de financiamiento del sistema universitario, Andrada afirmó que dos millones y medio de estudiantes y trescientos mil docentes “no son una asociación ilícita. Son ciudadanos argentinos que quieren estudiar, trabajar, aprender, desarrollarse, para su persona y para el bien del país”.
En su discurso, el senador denunció que “la desactualización de los salarios de los profesores universitarios, que los están llevando por debajo de la línea de pobreza y llevará a que muchos migren hacia otros países, va a dejar huérfanos en la formación a nuestros hijos y nietos”. Asimismo, expresó que la falta de una Ley de Presupuesto no representó buenas noticias ni para las universidades ni para las provincias.
Andrada consideró que al Gobierno nacional, que por segundo año consecutivo vetó una Ley del Congreso de recomposición de recursos para el funcionamiento y personal universitario, no le interesó la educación.
Ante esta situación, el senador vaticinó que el Poder Legislativo insistiría con las normas aprobadas “las veces que sea necesario”, porque, según manifestó, “consideramos que uno de los motores que tuvo la Argentina para el ascenso social es la educación superior, con ingreso irrestricto, con creación de nuevas universidades. Hoy no estamos votando una remesa presupuestaria. Hoy estamos votando futuro”.
Finalmente, el legislador envió un mensaje al equipo económico del Gobierno nacional, al señalar que “es hora que se pongan a manejar la economía en serio, que dejen de andar por los canales de streaming generando maniqueísmo barato, que empiecen a acordar un Presupuesto razonable, que acuerden políticamente”. Andrada concluyó que a los funcionarios “les quedan quince largas jornadas financieras (hasta las elecciones del 26 de octubre). Se les van a acabar los píxeles en la Casa Blanca. Todas las fotos, las que quieran, se les van a acabar. Y si siguen así lo van a terminar llamando al Chapulín Colorado, porque ya no saben a quién recurrir”.