La Cuesta de Zapata, un camino con historia y futuro, avanza en su recuperación

El gobernador Raúl Jalil, acompañado por los intendentes de Tinogasta, Ernesto Andrada, y de Londres, Roberto Rodríguez, recorrió este miércoles el histórico camino de la Cuesta de Zapata. El propósito de la visita fue supervisar el avance de las obras que buscan recuperar y poner en valor esta emblemática traza, la cual conecta las localidades de Tinogasta con Londres (Belén).

Los trabajos forman parte de un proyecto estratégico de integración vial y desarrollo regional, que no solo apunta a mejorar la conectividad entre dos departamentos del oeste catamarqueño, sino también a reactivar un corredor turístico y cultural de gran valor histórico.

Actualmente, la recuperación de la Cuesta de Zapata se lleva adelante en tres frentes de obra simultáneos:

Sección I (desde el empalme con la Ruta Nacional 60 en Tinogasta hasta el pie de cuesta, 26 km de longitud): Se ejecutaron tareas de excavación, conformación de terraplenes y construcción de base con agregado pétreo y suelo, con un avance del 40%. Las obras de arte, como badenes, alcanzaron un 70% de ejecución.

Segunda sección (Pie de Cuesta-Límite Departamental, 8 km de longitud): Los trabajos se concentraron en la excavación en roca y el ensanche de la calzada mediante voladuras controladas, en un tramo especialmente complejo por su geografía. El avance general en esta sección fue del 15%.

Último tramo (Límite Departamental-Londres, 27 km de longitud): En este segmento, que llega hasta el empalme con la Ruta Nacional 40, las tareas de excavación y terraplenado progresaron un 60%, mientras que las obras de arte (badenes y estructuras complementarias) alcanzaron un 30% de avance.

Esta intervención sobre la Ruta Provincial N°3, que antiguamente formó parte de la mítica Ruta Nacional 40, busca restablecer una vía de comunicación fundamental para el intercambio entre Tinogasta y Belén, y revitalizar una zona con enorme potencial turístico y productivo. Además, la traza forma parte del antiguo Camino del Inca, lo que otorgó un valor cultural e histórico adicional a la obra.

El proyecto también apuntó a preservar y poner en valor el patrimonio paisajístico de la región, abriendo nuevas posibilidades para el turismo de naturaleza, aventura e historia.