Preocupación sanitaria por el incremento de casos de gastroenteritis en Fray Mamerto Esquiú

Profesionales de la salud advierten un incremento de cuadros digestivos y lo vinculan al consumo de agua que proviene del Dique Las Pirquitas, mientras que vecinos piden medidas urgentes y la intervención de la Defensoría del Pueblo.

Habitantes de Fray Mamerto Esquiú expresan su honda preocupación por el aumento de los casos de gastroenteritis en las últimas semanas. La situación reaviva el reclamo por la calidad del agua potable que llega a los domicilios, cuyo suministro proviene del Dique Las Pirquitas, donde también funciona la planta potabilizadora que abastece a toda la localidad, sectores de Valle Viejo y zonas del norte de la Capital. En el embalse se detecta la presencia de algas, un fenómeno que se repite con el calor y provoca cambios en el olor y el sabor del agua.

Desde el sector sanitario, profesionales advierten un aumento de consultas por cuadros digestivos. En tal sentido, el médico Marcelo Vildoza, del Hospital de San José de Piedra Blanca, señaló el incremento de las atenciones. “En las últimas semanas aumentaron las consultas por gastroenteritis. Siete de cada diez pacientes presentan síntomas compatibles con esta enfermedad, y considero que tiene relación con el agua que estamos consumiendo”, indicó.

La gastroenteritis, que provoca inflamación del estómago e intestinos, con síntomas como diarrea, dolor abdominal, vómitos y fiebre, lleva a Vildoza a recomendar hervir el agua antes de beberla o usar agua mineral embotellada.

Por su parte, la doctora Tania Piedrasanta, residente en el departamento Fray Mamerto Esquiú, manifestó su preocupación, expresando que “el agua presenta un olor nauseabundo a algas podridas, un sabor desagradable y una apariencia que, aunque parezca clara, no cumple con las condiciones básicas de potabilidad”. Agregó que en su práctica médica observa más casos de gastroenteritis y cuadros digestivos, y recuerda que “si el agua tiene olor o sabor, no es apta para el consumo humano”. La doctora Piedrasanta pidió a Aguas de Catamarca que brinde una explicación técnica clara y controles públicos sobre la calidad del servicio, y afirmó con énfasis: “El agua es un derecho, no un privilegio”.

Mientras tanto, los vecinos aseguran que dejaron de consumir el agua de red y deben comprar agua mineral para beber y cocinar, lo que representa un gasto adicional para las familias. A raíz del reclamo, Juan Pablo Acevedo, vecino de Fray Mamerto Esquiú, presentó una nota en la Defensoría del Pueblo para que el organismo intervenga.

“Pedimos que actúe ante el estado del agua que tenemos los pobladores. El recurso presenta olor y color y habría provocado casos de gastroenteritis, según manifestaron profesionales médicos”, expresó.

Desde Aguas de Catamarca SAPEM, días atrás, respondieron que la situación se debe a la presencia estacional de algas en el Dique Las Pirquitas, lo que puede generar variaciones temporales en el olor y el sabor del agua.

La empresa informó que monitorea la planta potabilizadora, realiza purgas en distintos sectores y recomienda mantener limpios los tanques domiciliarios y airear el agua antes de consumirla, afirmando además que el servicio “cumple con los parámetros establecidos para el agua potable” y que no representa riesgo para la salud.