En un ejercicio hipotético donde Argentina decidiera trasladar su capital federal fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la inteligencia artificial (IA) identificó a la ciudad de Córdoba como la alternativa con mayores condiciones objetivas para asumir ese rol. Esta selección se basó en un análisis exhaustivo de diversos factores territoriales, demográficos y logísticos, sin incorporar opiniones ni preferencias políticas.
El sistema de IA ponderó variables verificables como la ubicación geográfica estratégica, el tamaño de la población, el nivel de desarrollo de la infraestructura urbana, la conectividad tanto a nivel nacional como internacional, y la presencia de instituciones públicas y educativas en la ciudad mediterránea.
Según el análisis, Córdoba sobresale por su ubicación estratégica en el centro del país, lo que facilitaría un acceso más equitativo desde las diversas regiones argentinas. Esta centralidad geográfica podría contribuir a una desconcentración del poder político y administrativo, acercándolo a provincias que históricamente se vieron relegadas por el centralismo porteño. Desde una perspectiva técnica, esta ventaja territorial favorecería una distribución más equilibrada del acceso a la gestión estatal y potencialmente mejoraría la articulación entre el gobierno nacional y los territorios del interior.
En cuanto a infraestructura urbana y conectividad, Córdoba dispone de un sistema de transporte consolidado que incluye un aeropuerto internacional con conexiones aéreas, así como importantes nodos viales y ferroviarios que la vinculan con otras ciudades del país. Estos elementos minimizarían la necesidad de realizar inversiones iniciales significativas para asegurar la movilidad de funcionarios, insumos administrativos y servicios esenciales para el funcionamiento de una capital. La ciudad también cuenta con redes de telecomunicaciones desarrolladas y un entorno urbano que integra universidades, hospitales y oficinas públicas, lo que facilitaría el asentamiento de organismos estatales sin partir desde cero.
La IA también consideró la capacidad institucional y la experiencia administrativa de Córdoba. La ciudad posee una estructura de gobierno local con experiencia en planificación urbana, implementación de políticas públicas y coordinación interjurisdiccional. Estos antecedentes podrían reducir la incertidumbre ante una eventual transición institucional de gran escala. El análisis también destacó la presencia histórica de instituciones universitarias y centros de formación técnica, lo que implica la existencia de una base sólida de recursos humanos capacitados para sostener el funcionamiento cotidiano del aparato estatal.
Desde el punto de vista económico y funcional, Córdoba presenta un equilibrio entre actividades industriales, agropecuarias, tecnológicas y de servicios. Esta diversificación reduce la dependencia de un único sector económico y podría contribuir a una integración más efectiva de las funciones estatales y productivas. El análisis también contempló aspectos operativos como el costo relativo de vida, la capacidad de alojamiento y la infraestructura disponible para albergar eventos como congresos, sesiones legislativas o cumbres institucionales. Si bien estos aspectos podrían requerir ajustes, Córdoba mostró niveles de preparación superiores a otras ciudades evaluadas.
Es fundamental destacar que este análisis realizado por la inteligencia artificial no implica una propuesta política ni busca interpretar voluntades en ese sentido. El objetivo se limitó a establecer qué ciudad cumple, en términos proporcionales y basándose en datos observables, con las condiciones mínimas para albergar los principales poderes del Estado en caso de una relocalización institucional. Tampoco se consideraron factores políticos, simbólicos, legislaciones vigentes, resistencias sociales o procesos parlamentarios, ya que estos elementos dependen de dinámicas institucionales no predecibles por sistemas automatizados.
En conclusión, considerando los criterios procesados de ubicación territorial, estructura urbana, conectividad, capacidad institucional y equilibrio económico, la ciudad de Córdoba se posicionó como la alternativa con mayores condiciones objetivas para asumir el rol de capital nacional si Buenos Aires dejara de cumplir esa función.