Concentrar el ejercicio físico semanal ofrece beneficios similares a distribuirlo

Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista de la Asociación Americana del Corazón (AHA) revolucionó la concepción tradicional sobre cómo el ejercicio físico impacta en nuestra salud. La investigación analizó minuciosamente si dedicar uno o dos días a la semana a cumplir con la recomendación mínima de actividad física reporta los mismos beneficios que distribuirla de manera más uniforme a lo largo de los siete días. Los resultados fueron categóricos y desafiaron algunas creencias previas.

Los investigadores, con el objetivo de comprender a fondo la relación entre los patrones de actividad física y el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares y cáncer, examinaron los datos de salud y los niveles de actividad física de una vasta población de más de 93.000 personas en el Reino Unido. Para obtener mediciones precisas, utilizaron acelerómetros de muñeca, dispositivos que registraron el movimiento de los participantes de manera objetiva, superando la posible subjetividad de los cuestionarios autoinformados.

El análisis de los datos permitió a los científicos categorizar a los participantes en tres grupos bien definidos: los “guerreros activos de fin de semana”, quienes concentraron la mayor parte de su ejercicio en uno o dos días; los “activos regulares”, que distribuyeron su actividad a lo largo de la semana; y los “inactivos”, aquellos que no alcanzaron el umbral mínimo recomendado de 150 minutos semanales de actividad física.

Hallazgos contundentes

Los hallazgos fueron contundentes. Al comparar con el grupo inactivo, tanto los guerreros de fin de semana como los activos regulares exhibieron un riesgo significativamente menor de muerte por todas las causas, enfermedades cardiovasculares y cáncer, siempre y cuando completaran los 150 minutos de actividad física semanal recomendados por las principales organizaciones de salud a nivel mundial.

Específicamente, para los guerreros de fin de semana, el estudio reveló una disminución del 32% en el riesgo de muerte por todas las causas, un 31% menos de riesgo de fallecer por enfermedad cardiovascular y una reducción del 21% en el riesgo de muerte por cáncer. Por su parte, el grupo de actividad regular mostró un riesgo 26% menor de muerte por todas las causas, un 24% menos de riesgo de mortalidad cardiovascular y un 13% menos de riesgo de cáncer.

Lo más sorprendente del estudio fue la ausencia de diferencias significativas en el riesgo de muerte entre los guerreros de fin de semana y los activos regulares. Este resultado inesperado para el equipo de investigación, que inicialmente anticipaba mayores beneficios al distribuir la actividad física de manera uniforme, refuerza una idea fundamental. Tal como lo expresó Zhi-Hao Li, epidemiólogo de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Médica del Sur de Cantón (China): “Esto refuerza la idea de que cumplir con la recomendación de 150 minutos de actividad física a la semana es clave para la longevidad, independientemente del patrón de actividad”. Li también enfatizó que “cualquier actividad, ya sea ejercicio estructurado como trotar o tareas cotidianas como la jardinería, puede incluirse si la intensidad es de moderada a vigorosa”.

En la misma línea, Keith Diaz, un experto voluntario de la AHA que no participó directamente en la investigación, destacó que los hallazgos subrayan que “el volumen total de actividad física es el factor crucial para obtener beneficios para la salud, más que su distribución a lo largo de la semana”. Diaz reconoció la dificultad que muchas personas enfrentan para ejercitarse diariamente durante la semana laboral y añadió un mensaje alentador: “Sin embargo, esta investigación demuestra que incluso si solo puede estar activo los fines de semana, puede obtener importantes beneficios para la salud”.

No obstante, Diaz advirtió sobre la importancia de la precaución al intentar concentrar 150 minutos de ejercicio en tan solo uno o dos días, ya que esto podría resultar excesivo para el cuerpo. En este sentido, ofreció consejos prácticos para minimizar el riesgo de lesiones: “Algunas investigaciones sugieren que quienes hacen ejercicio solo el fin de semana tienen un riesgo ligeramente mayor de lesiones musculoesqueléticas en comparación con quienes hacen ejercicio con más regularidad. Sin embargo, los beneficios de hacer ejercicio solo el fin de semana superan con creces los posibles riesgos”. Para quienes opten por esta modalidad, recomendó enfáticamente “asegurarse de realizar un calentamiento adecuado e ir aumentando el volumen de actividad gradualmente. Esto ayudará a reducir el riesgo de lesiones”.

En definitiva, este innovador estudio brindó una perspectiva alentadora para aquellos con agendas apretadas durante la semana, demostrando que dedicar un tiempo concentrado al ejercicio físico durante el fin de semana puede ser una estrategia igualmente efectiva para obtener significativos beneficios para la salud cardiovascular y la prevención del cáncer. La clave, una vez más, reside en alcanzar el volumen total de actividad física recomendada, adaptándose a las posibilidades y el estilo de vida de cada individuo.