La Catedral de Catamarca se vio colmada de fieles este sábado que participaron de la tradicional ceremonia de la Bajada de la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle desde su Camarín hasta el Presbiterio, marcando el inicio del Septenario en honor a la Madre Morena.
El flamante rector del Santuario Catedral, Pbro. Juan Ramón Cabrera, fue el encargado de descender la imagen cuatro veces centenaria, acompañado por sacerdotes de la diócesis. Luego, la entregó al obispo diocesano, Monseñor Luis Urbanc, quien la presentó a la multitud de devotos que desbordó el templo.
En un clima especial marcado por la reciente partida del Papa Francisco, los fieles manifestaron su profunda fe y amor a la Virgen del Valle, tanto de manera presencial como a través de las transmisiones en vivo realizadas por las redes sociales de la Catedral y el Obispado, así como por los medios de comunicación locales.
Durante la ceremonia, se rezó con devoción el Santo Rosario, dirigido por miembros de diversas pastorales diocesanas. Tras la proclamación de la Palabra de Dios, los presentes escucharon el mensaje de Mons. Luis Urbanc, quien conmovió a los fieles al expresar sentirse “desganado, débil”.
A pesar de su estado, el Obispo compartió un emotivo mensaje dirigido a la Virgen del Valle, destacando la profunda fe y el cariño con que sus hijos viven esta tradición. En su alocución, pidió especialmente por los jóvenes, los adultos que trabajan, los enfermos, los ancianos y los migrantes. Asimismo, rogó para que el Año Jubilar sea un tiempo de gracia y renovación espiritual.
Luego de su mensaje, y visiblemente descompensado, Monseñor Urbanc concluyó su alocución, dejando un momento de recogimiento y oración entre los presentes.