El recién elegido Papa León XIV confirmó este lunes que su primer viaje papal será a Iznik, la antigua Nicea, en Turquía, para conmemorar el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea. La noticia fue revelada durante una audiencia con representantes de los medios de comunicación en el Aula Pablo VI, donde el pontífice respondió a las preguntas de los periodistas. Este viaje, que retoma un compromiso pendiente de su predecesor, el Papa Francisco, se está preparando para llevarse a cabo el 20 de mayo, una fecha que se inserta en una semana de intensa actividad papal.
“Se está preparando”, afirmó León XIV, aludiendo a los planes para la visita a Turquía. Aunque Francisco no había hecho un anuncio oficial, había manifestado su intención de viajar a finales de mayo, invitando incluso al patriarca ecuménico de la Iglesia ortodoxa y arzobispo de Constantinopla, Bartolomé I, a unirse a él. La confirmación de León XIV señala la continuidad de los esfuerzos de acercamiento ecuménico iniciados por su predecesor.
El viaje a Nicea no solo conmemora un evento histórico crucial para el cristianismo, sino que también representa un paso significativo en el diálogo ecuménico. El Concilio de Nicea, convocado en el año 325 por el emperador Constantino I, estableció un marco doctrinal que perdura hasta hoy, unificando la fe cristiana en torno a cuestiones fundamentales como la divinidad de Jesús. “Este concilio simbolizó la unificación de la fe cristiana en torno a cuestiones fundamentales, como la divinidad de Jesús, y contribuyó a la consolidación de la Iglesia Católica como una institución unificada”, se recordó durante la audiencia.
La visita de León XIV a Turquía, por lo tanto, fortalecerá las relaciones entre la Iglesia Católica y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, en un contexto de creciente colaboración entre las principales ramas del cristianismo. Este acercamiento sigue la línea de las numerosas reuniones que Francisco mantuvo con el patriarca Bartolomé I, renovando el espíritu de diálogo iniciado por sus predecesores, Pablo VI y Atenágoras I, quienes pusieron fin a siglos de animadversión entre católicos y ortodoxos. “En 2014, en un encuentro en Jerusalén, renovaron su intención de seguir estrechando lazos, cincuenta años después del histórico abrazo con el que sus predecesores, Pablo VI y Atenágoras I, pusieron coto a la animadversión entre católicos y ortodoxos”, se recordó.
La Santa Sede planea enviar una delegación a Iznik en los próximos días para evaluar los detalles del viaje y asegurar su viabilidad para el 20 de mayo. Este viaje no solo tiene relevancia religiosa, sino también geopolítica, marcando un hito en las relaciones internacionales del Vaticano.
Durante la audiencia, León XIV también abordó otros temas, incluyendo su agenda inmediata. El Vaticano informó que la misa de entronización se celebrará el domingo 18 de mayo, con la asistencia de delegaciones y jefes de Estado de todo el mundo. El pontífice también mantendrá su primera audiencia general con los fieles el 21 de mayo y se reunirá con la Curia Romana y los trabajadores del Vaticano el 24 de mayo. “Será un evento de gran importancia, ya que permitirá al Papa entrar en contacto directo con miles de fieles de todo el mundo. Se espera que en esta audiencia hable sobre sus prioridades pastorales y sobre el papel de la Iglesia en el mundo contemporáneo”, se informó.
En un tono distendido y con sentido del humor, León XIV interactuó con los periodistas, respondiendo a sus preguntas y bromeando sobre diversos temas, incluyendo su pasión por el tenis. “Aún estoy aprendiendo”, dijo el pontífice en varias ocasiones, mostrando su disposición a adaptarse a su nuevo rol.