La Cámara Argentina de Internet (Cabase) emitió una contundente advertencia sobre la excesiva carga tributaria que padece la industria de los servicios de conectividad en el país, lo que, según la entidad, limitó el despliegue de redes y la expansión de la conectividad en todo el territorio nacional.
El reclamo de Cabase se fundamentó en los datos de un relevamiento realizado por el Centro de Estudios en Finanzas Públicas de la Universidad Nacional de La Plata (Cefip-UNLP). El estudio reveló que los proveedores de servicios de internet están sujetos al Impuesto sobre los Ingresos Brutos a nivel provincial, con notables diferencias de alícuotas entre los distritos, promediando un 4,21% a nivel nacional.
Las provincias de Chubut, Neuquén, La Rioja y Tucumán encabezaron el listado de las jurisdicciones con mayor carga impositiva, presentando una alícuota de Ingresos Brutos del 5,5% sobre los servicios de conectividad a internet. Les siguieron de cerca la Provincia de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos, con una alícuota del 5%, todas por encima del promedio nacional. San Luis, con el 4,2%, fue la única provincia que se alineó con la media de los 24 distritos.
Por debajo del promedio del 4,21%, con una alícuota del 4,0%, se ubicaron la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Mendoza, Río Negro, Formosa, Misiones y Santa Cruz. En el extremo inferior de la tabla, con un tributo por debajo del 4,0%, se encontraron las provincias de Chaco (3,5%), Salta (3,0%), Santiago del Estero (3,0%), Corrientes (2,9%) y Tierra del Fuego (2,5%).
Un sistema tributario sobredimensionado y complejo
El informe del Cefip-UNLP destacó que Argentina se caracterizó por un sistema tributario sobredimensionado y complejo, que contempló 148 diferentes tributos entre los niveles de gobierno nacional, provincial y municipal. De estos, solo 10 tributos concentraron el 91% de la recaudación total.
El estudio puntualizó que el sector de servicios de acceso a internet está sujeto a más de 20 tributos y tasas de diferente índole, lo que determinó una carga tributaria promedio del 41,5%. Esta carga, a su vez, varió en un rango de entre 38,6% a 44,5% en función del tamaño de la empresa, el modelo de prestación del servicio, la estructura de costos y la localización geográfica, que introdujo diferencias en la imposición provincial y municipal.
Ariel Graizer, presidente de Cabase, expresó su preocupación: “Nos preocupa el hecho de una creciente presión tributaria, especialmente en materia de ingresos brutos y de tasas municipales, que impactan negativamente en nuestra industria y representan una baja en las inversiones, sobre todo en las localidades más aisladas de nuestro país, donde las pymes y cooperativas son los actores centrales para llevar la conectividad a cada punto de la Argentina y lograr así una internet cada vez más inclusiva y federal”.
Mariela Pistorio, miembro del Centro de Estudios en Finanzas Públicas de la Universidad Nacional de La Plata (Cefip-UNLP), añadió: “Desde el punto de vista de la eficiencia económica, Ingresos Brutos es un impuesto malo, ya que genera un efecto cascada y tiene un fuerte sesgo anti-exportador. No obstante, representa cerca del 80% de la recaudación provincial, no es visible ni requiere indexación, con lo cual una reforma sobre este requerirá un importante nivel de acuerdo político”.
Graizer concluyó que la industria de la conectividad “habilita el desarrollo de los principales mercados verticales e industrias del país, en el contexto de una economía cada vez más digital”. Por ello, consideró “vital que podamos resolver las asignaturas pendientes que tenemos a nivel nacional, pero también en cada una de las localidades de nuestro país, en materia de regulaciones, impuestos, de tasas municipales y de libre competencia a través de políticas públicas que nos impulsen en lugar de frenarnos”.