Ropa en Argentina: un 40% más cara que en la región a pesar de la baja de aranceles

La ropa en Argentina es, en promedio, un 40% más cara que en los países vecinos, una situación que generó preocupación entre los consumidores y reavivó el debate sobre las políticas de precios en el sector indumentario. A pesar de la reducción de aranceles a la importación impulsada por el Gobierno, el impacto en los precios finales fue “muy acotado”, según estimaciones de la industria.

La inquietud por el costo de la indumentaria se intensificó luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informara que la categoría “Prendas de vestir y calzado” registró una suba del 3,8% en abril, un punto por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) general. Si bien en la comparación interanual la ropa aumentó un 36,9% y en lo que va de 2025 un 8,3% (ambos indicadores por debajo del promedio de precios), la distorsión frente a la región es notoria.

Gustavo Ludmer, doctor en Desarrollo Económico y especialista en la cadena textil-indumentaria del think tank Fundar, estimó que, para abril, la canasta de indumentaria en Argentina es un 40% más cara que en los países vecinos. Para ilustrar esta diferencia, se relevaron ejemplos de los mismos productos y marcas en distintos mercados:

  • Un pantalón de jean de mujer que en Argentina cuesta US$86 (al tipo de cambio oficial) se consigue a US$40,25 en Chile y a US$47,63 en Brasil.
  • Una remera que en Argentina vale US$26, en Chile cuesta US$19,06 y en Brasil, US$12,22.
  • Una camisa de varón se vende a US$76 en Argentina, mientras que en Chile cuesta US$48 y en Brasil, US$63,57.

Ludmer explicó que, desde abril de 2024, “la inflación de la ropa en Argentina fue un poco superior a lo que subió el dólar en términos nominales y la inflación de la ropa promedio con otros países”.

Múltiples factores detrás de los altos precios

  • Diversos factores fueron identificados por Fundar como causas de los elevados precios de la indumentaria en Argentina en comparación con la región:
  • Barreras a la importación: A pesar de la reciente reducción arancelaria, persistieron obstáculos para la entrada de productos.
  • Incertidumbre y volatilidad macroeconómica: La inestabilidad de la última década impactó en los costos.
  • Regulación de precios como ancla antiinflacionaria: El uso de estas medidas distorsionó el mercado.
  • Presión tributaria: La carga impositiva sobre la cadena de producción y comercialización es significativa.

Dinámica del consumo interno y poder adquisitivo: Los cambios en el consumo y la capacidad de compra influyeron en los precios.

Acceso al crédito: Las dificultades para obtener financiamiento afectaron a la industria.

Estancamiento de la productividad sectorial: La falta de avances en la eficiencia productiva contribuyó al encarecimiento.

A fines de marzo, el Gobierno dispuso una reducción de los aranceles a la importación de productos textiles, calzado, hilados y telas, que pasaron del 35% al 20% en el caso de ropa y calzado, del 26% al 18% para telas, y a rangos del 12%, 14% y 16% para distintos tipos de hilados. La medida se tomó con el objetivo de “alentar la competencia y la baja de precios textiles en Argentina y la baja de la inflación”.

Sin embargo, a dos meses de su implementación, el impacto en los precios al consumidor fue “muy acotado”, representando una baja promedio de solo el 2%, según estimaciones de la industria.